Como aquellos altares domésticos que protegían lo sagrado cotidiano, Lararium vincula pasado y presente en cada llama, y convierte el hogar en un lugar donde el recuerdo y la calma se hacen tangibles. Lararium no es solo una vela: es una pausa encendida. Un objeto que transforma el instante en refugio, que devuelve al presente la calidez de lo esencial.
Los tres modelos que componen la colección están disponibles en los colores Silent White, Seaweed Mossy Green y Bronze Red, cada color acompañado de una fragancia que evoca una escena distinta: White Cedar, el frescor de los bosques al amanecer; Incienso, la profundidad del incienso y las maderas antiguas; o Hinoki, la suavidad envolvente del hinoki y la canela.
